el pasado del presente

el pasado del presente
recuerdos que matan... recuerdos que hieren

1/04/2008

cambios...

Caminaba sin saber muy bien si lo hacía por defecto o realmente por avanzar hacia algún lado... hace algunos minutos que me bajaba del auto y me dirigía a la puerta de mi casa... todo había cambiado irreparablemente y para siempre... nada sería como antes... cinco segundos antes de llegar recordé las palabras de aliento de mi amigo -no te preocupes perro, todo saldrá bien, siempre estaré ahi para apoyarte- tomaron un peso distinto esas palabras y se convirtieron en un juramento, una promesa a futuro... cuando abrí la puerta de mi casa me sentí diferente, ya no llegaba siendo el hijo que vuelve a la casa, había recibido una noticia que modificaría mi actuar y mis decisiones en adelante, me entregaría tareas, desafíos y pruebas... no volvía a casa como un hijo... volvía como un padre...

Sus labios titubearon un segundo antes de decirme lo que yo ya había deducido al abrir aquel regalo... un sencillo regalo que contenía un chupete de bebé y un dispositivo blanco con tapa azul con una cruz en medio... se generó un silencio durante un segundo y sus labios dejaron de temblar pero de ellos no salió ninguna palabra... la abracé... no supe que más hacer... un sentimiento extraño se apoderaba de mí...

-Felicitaciones- escuché, pero no sabía si quería recibir tales felicitaciones o someterme a un juicio y recibir la muerte en ese instante... una imagen cruzó automáticamente por mi mente... mi padre... qué diría él al saber... quién siempre me enseñó a no confiar en cualquier persona y tener cuidados especiales pues el ser humano es traicionero y engaña y miente a su gusto... debemos protegernos ante esas situaciones... él me lo enseñó... y no supe cumplir... lo decepcionaría seguramente, a él, a mi madre, a mi hermana... a mi familia...

Cuando me bajé del auto no sabía si realmente quería llegar a mi casa o hundirme en el infinito... un abrazo y un beso a mi amigo firmaron una vez más nuestra confianza... ese invisible contrato de ayuda... que necesitaría a futuro... me bajé y lo miré partir como quién ve morir el tiempo... agradecí eternamente tenerlo a mi lado, respiré profundo y caminé... muy probable es que haya demorado treinta segundos en llegar desde el auto a mi casa... me parecieron dias... toda mi vida se cruzó ante mí... y odié...

No supe como mirarlos... opté por hacerme el desentendido... cansado de la rutina... mi madre me preguntó cómo me había ido... -bien- contesté... y por dentro mil palabras hacían heridas en mi lengua...

Nos abrazamos un segundo... teníamos miedo... mi confianza en ella se había despedazado, me había mentido... y todos mis sentimientos hacia ella se destruirían... y sólo pasarían a ser un recuerdo... un amargo recuerdo...

Comenzaba el cambio...

No hay vuelta atrás...

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